domingo, 2 de mayo de 2010

La riqueza como la segunda morada en la vía espiritual, son los portales del Carmen de Salvatierra, Gto.

Portal del jardín de Zaragoza, uno de los puntos,
permanentemente, más concurridos.

El convento carmelita de San Ángelo de Salvatierra, Gto; tiene dos portales a su alrededor, sobre la calle de Zaragoza. Si tomamos la explicación de las Ordenanzas de Felipe II sobre la traza de las ciudades novohispanas de 1573, en ese documento real, los portales tienen siempre la función de ser lugar de mercadeo para las poblaciones.
Los portales son, en la concepción de santa Teresa de Jesús, la segunda morada en la vía espiritual del alma para acercarse a Dios.
El comercio es fuente de busqueda de lucro, de compra de objetos para la vanidad, de abuso de las necesidades, de dominación mediante créditos a los más pobres. Y la ubicación de gran proximidad del mercado con la puerta de la humildad en el templo carmelita, se explica porque la santa Teresa la considera de la siguiente manera:
"Así éstos entienden los llamamientos que les hace el Señor; porque, como van entrando más cerca de donde está Su Majestad, es muy buen vecino, y tanta su misericordia y bondad, que aun estándonos en nuestros pasatiempos y negocios y contentos y baraterías del mundo (4 Baraterías: tráfico y confusión de negocios (cf. Carta del 27.7.1573 a J. Ordóñez). , y aun cayendo y levantando en pecados (porque estas bestias son tan ponzoñosas y peligrosa su compañía y bulliciosas que por maravilla dejarán de tropezar en ellas para caer), con todo esto, tiene en tanto este Señor nuestro que le queramos y procuremos su compañía, que una vez u otra no nos deja de llamar para que nos acerquemos a El."

Los carmelitas descalzos de la entonces llamada Muy Noble y Leal Ciudad de San Andrés de Salvatierra dominaron la producción agricola mediante la hacienda de San José del Carmen, realizaban prestamos para el comercio, rentaban edificios, compraban y vendían terrenos urbanos y rurales, tenían mesones para dar hospedajes a arrieros y dignatarios. Construyeron el puente de Batanes, el edificio actual de la presidencia municipal, que era un centro de enseñanza para mujeres llamada el beaterio de los carmelitas, lo mismo que impartían educación de primeras letras en el interior del convento.
La riqueza de los carmelitas son una leyenda que en muchas ocasiones son la fuente de explicación para dar cuenta de los vecinos que, de la noche a la mañana, exhiben un enriquecimiento sorprendente.
Santa Teresa de Jesús permite interpretar que la pobreza no es propiamente de bienes temporales, sino de tenerlos y manejarlos según los valores espirituales, y tratando de seguir las ideas de Santo Tomás sobre la justicia, la cridad y el bien de los bienes materiales. Los carmelitas descalzos, como comunidad religiosa, debían poseer bienes, pero llevar ellos en lo personal una vida de pobreza, oración, humildad y amor al prójimo.
Santa Teresa escribe en su libro espiritual sobre este tema de los bienes del mundo, de su uso y disfruto por parte de los religiosos y devotos de la Virgen del Carmen:
"que muchas veces quiere el Señor que nos persigan malos pensamientos y nos aflijan, sin poderlos echar de nosotros, y sequedades; y aun algunas veces permite que nos muerdan, para que nos sepamos mejor guardar después y para probar si nos pesa mucho de haberle ofendido."

El templo del Carmen con su conjunto conventual, cuyo claustro mayor ahora presta servicios através de las oficinas gubernamentales de correos, telégrafos, turismo municipal, biblioteca pública, escuela normal privada, cancha de basquet bol, etcétera, con su explanada es el punto central de la vida social, política, económica, espiritual, festiva y cultural de la ciudad.
La ciudad tiene un traza donde, de acuerdo al cronista Miguel Alejo, el convento esta localizado en la parte central de un triángulo imaginario entre los tres molinos industriales que fueron la riqueza principal de la población: los molinos de harina de trigo para pan blanco: el de la Esperanza, el Mayorazgo y de la Ciudad.
El mercado municipal Miguel Hidalgo, construido en 1911, está construido en un espacio donde los carmelitas cultivaron el jardín de la Meditación. El mercado municipal le imprime una gran algabaría a esa zona, lo mismo que los portales, donde es el lugar preferido por los jóvenes para socializar, y expresar sus inquietudes más mundanas de presunción, fanfarronería, rumores y deseos ludicos y eróticos.
La ciudad tiene una impronta proporcionada por la concepción espiritual de santa Teresa de Jesús, sólo que convertida de libro de oración a espacios urbanos. ¡Soprendente!

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